“El traje regional de
Tehuana”
Aportes del Porfiriato
a mi región
La vestimenta de gala de
la mujer istmeña oaxaqueña, mejor conocida como traje de tehuana, es considerada
un símbolo de identidad en nuestra cultura zapoteca. El traje es portado por
mujeres adultas y jóvenes con gran elegancia y orgullo, ha sido también
producto de las transformaciones a lo largo del tiempo y de las distintas
épocas.
Está compuesto por dos piezas, una blusa llamada huipil y una
falda larga. Ambas piezas van bordadas y el tema general son las flores
diversas en colores y tipos, la tela sobre la cual se borda puede ser satín y/o
terciopelo. La falda amplia lleva en la parte inferior un encaje llamado holán
de color blanco; antes de portarla es necesario usar un fondo blanco de encaje
como ropa interior (véase la imagen anterior). Es muy importante que al usar
este traje de gala los accesorios como aretes y collar sean grandes de
preferencia el ahogador, como el que porta la modelo de la imagen, de oro, de
filigrana o moneda. Entre más ostentosos sean mejor, pues denotan el poderío económico
de quien lo usa. El cabello debe ser trenzado con listones y adornado con
flores, se debe colocar un encaje blanco, en la cabeza, llamado resplandor. Cabe
señalar que el precio del traje oscila desde los cinco mil a 30 mil pesos.
Dicha indumentaria surge en la era prehispánica, pero el
mayor aporte se acentuó a finales del siglo XIX, durante el Porfiriato, cuando
se crearon las vías del ferrocarril y hubo más afluencia de mercancía
extranjera e intercambios comerciales. Así, la vestimenta se transformó hasta
llegar al estado actual, conformando el traje de tehuana tal como lo conocemos
ahora, con la introducción de elementos europeos y orientales esencialmente. De
esta forma, encontramos que el origen del bordado en el traje de tehuana
proviene del mantón de Manila (capital de la antigua colonia española de
Filipinas), el cual a su vez, tiene su antecedente en China. La técnica de los
bordados en seda fue retomada en Andalucía, donde estas alegorías se cambiaron
por motivos florales, que son los que influyeron directamente la elaboración
del traje de tehuana. Además de ello, se introdujeron los holanes provenientes
de Holanda (de ahí el nombre), para darle mayor elegancia al traje. Empresarios
y comerciantes reconocidos en Istmo de Tehuantepec como Juana Catarina Romero introdujeron
telas, encajes europeos que conformaron el traje regional actual.
En este sentido, se dio un fenómeno de transculturación,
el cual consiste en el intercambio entre culturas, que conlleva a la creación
de nuevos hechos simbólicos. Por lo tanto, se puede decir que la presencia
extranjera enriqueció la cultura zapoteca del istmo y reafirmó el orgullo de
sus habitantes por pertenecer a ella. Cabe destacar que los zapotecas no
adquirieron por imposición esos elementos, sino que los reelaboraron para
integrarlos a su propia cultura.
Es preciso decir que
en la cultura zapoteca del Istmo, el atuendo de la mujer es un elemento
fundamental de su identidad, que refleja su poder y estatus social, en la
manera en que ella misma lo porta con alegría y dignidad; cuya importancia
radica en que ha sobrevivido a pesar de los embates de la globalización, y con
él, las tradiciones, el canto de la lengua indígena y la calidez de su memoria.
Me parece muy bonita la reseña que haces de este traje regional. Es en verdad muy bonito, usan colores muy vivos y teniendo la flor como motivo principal le da una proyección de plenitud. También explicas cómo se ha dado la asimilación de otras culturas, integrando elementos que resaltan el traje y su elaboración. La diversidad favoreció a este traje.
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